Recientemente Sergio Martínez me ha invitado a participar en un grupo de discusión acerca del futuro del sector inmobiliario. Invitación que acepté agradecido a pesar de no tener ya prácticamente relación con el mismo.
Mis primeras reflexiones, ante los comentarios de los miembros del grupo, las estadísticas y las noticias que diariamente se generan sobre la situación económica española, tienden a converger hacia la idea de que el stock de inmuebles tardará años en ser absorvido por la demanda natural y por tanto el sector debe ser redimensionado.
Basta ver los datos del INE relacionados con el número de visados de dirección de obra (que ni siquiera incluyen 2010 y 2011):
Sin embargo, no parece que un porcentaje importante de quienes trabajaban en 2007 en algo relacionado con esos 150.000 inmuebles estén ahora desarrollando su profesión en otro sector.
Podría pensarse que una parte de esas personas buscan fórmulas de financiación o aprovechan los ingresos generados durante los años dorados, pero otros nutren la escalofriante cifra de 5 millones de parados, que lejos de ser estable, aumenta a ritmo demoledor. En este sentido, las dificultades son propias de España, no mundiales. Italia tiene una cuota de desempleo del 8,9%. En Alemania se crea empleo. Está claro que el gobierno puede mejorar las condiciones, pero son las empresas las que crean puestos de trabajo ¿Dónde? ¿En el sector inmobiliario? Se diría que no. ¿Existe demanda para mantener el volúmen del sector? La demanda antinatural del boom no parece que vaya a volver y el enorme stock generado tardará años en ser absorbido por las necesidades reales de España.
Si un cliente dispone de medios para comprar o alquilar un inmueble ¿No encontrará algo en el inmenso stock disponible? Este ajuste de perogrullo entre oferta y demanda no acaba de ser aceptado por grandes profesionales de inteligencia más que probada, lo cual es altamente inquietante. El sector parece haberse quedado tan pequeño como el camarote de los hermanos Marx, y la gran mayoría de personajes se resiste a abandonarlo.
Existe indudablemente cierta demanda, especialmente en nichos identificados que no pueden ser sustituidos por el stock existente, pero si no encuentra hueco en uno de esos nichos (Marbella, Sedes corporativas, etc…) probablemente le sea más sencillo dedicarse a otra cosa.
Los empresarios y trabajadores que estén pasando dificultades en este sector, quizás encuentren más fácil crear riqueza en otros entornos y aprovechar las posibilidades del momento actual.
ANÍMENSE. HAY UN MUNDO AQUÍ FUERA LLENO DE OPORTUNIDADES.
Estoy completamente de acuerdo contigo Virginia. Redimensionar el sector no significa «a cero» como me dijo Sergio en broma el otro día.
Por otra parte, no sólo hablo de recursos humanos, sino también financieros, materiales, etc…
Pero principalmente me pregunto en voz alta si no sería más fructífero orientar todo este esfuerzo de gente TAN capaz hacia otras áreas.
Buenos dias Alejandro,
En parte estoy de acuerdo con tu opinion, pero me gustaria matizar varias cosas ya que encuentro el mensaje demasiado «generalista»;
Yo creo, en cuanto a la intervencion de profesionales en el sector, q hace ya un tiempo que se vienen acusando cambios, produciendose una especie de «seleccion natural»de la que necesariamente saldremos reforzados y que ademas, utilizando tu terminologia, sirve para «redimensionar» el sector.
Si hace unos años veiamos que cualquiera podia «subirse al carro del sector inmobiliario», actualmente y dada la coyuntura de crisis que el mismo atraviesa, solo se mantendran en activo aquellos profesionales que aporten verdaderamente un alto grado de EXPERIENCIA y FORMACION.
Por otro lado, considero que la variedad de perfiles entre los profesionales que integran el sector, hace que no todos deban reciclarse necesariamente hacia otros ambitos…es cierto que puede sobrar, por poner un ejemplo, «vendedores de viviendas»si el nivel de transacciones ha descendido drasticamente…pero no es menos cierto que son muy necesarios y mas en este momento, equipos MULTIDISCIPLINARES y EXPERTOS, que aporten soluciones y gestionen activos de manera eficaz para salir de esta!!!
Un saludo,
Alejandro, estoy completamente de acuerdo contigo y este artículo. Soy de la misma opinión. En términos sencillos y sin ser ingeniería nuclear: si a lo que uno se dedicaba ya no puede porque no hay mercado…. lo mejor es dedicarse a otro negocio. Es una verdad de perogrullo que pocas personas pueden/quieren asumir. Quizá es que la esperanza es lo último que se pierde…